domingo, 27 de julio de 2008

AGRESIVIDAD HUMANA (I)

Vuestra especie es sumamente agresiva.


Parte de vuestra agresividad pudiera justificarse por el hecho de ser animales territoriales y jerárquicos, pero lo que en realidad os pierde es la agresividad gratuita que tantas veces protagoniza vuestro comportamiento.
Durante los próximos meses publicaremos una serie de entradas para analizar vuestro comportamiento agresivo y para demostrar que sois la especie más cruel, violenta, irracional, irresponsable, destructora y criminal que existe sobre la capa de la Tierra.

Al calibrar la agresividad, debemos en primer lugar espe­cificar qué tipo de actos consideramos agresivos.
No es lo mismo ca­li­ficar las amenazas como actos agresivos, que considerar como ta­les, úni­camente, los contactos físicos. Si definimos a las amenazas como com­portamiento agresivo, llegareis a la conclusión de que los chim­pan­cés son aun más agresivos de lo que os pensáis, por la cantidad de exhibiciones de ame­naza que prodi­gan, y aún así, probablemente estaréis equivoca­dos, puesto que las ex­hibiciones del chimpancé no siempre pueden ser juzgadas bajo pará­metros huma­nos.

Por otra parte, aún queda algún que otro autor que opina que el primate hu­mano no es especialmente agresivo (sin duda lleva­do por su sober­bia de especie y su especismo).
Para llegar a esta con­clu­sión, estos individuos han tenido en cuen­ta solamen­te el porcentaje de muer­tes vio­len­tas que se da en una de­termi­nada po­bla­ción, pero lamentablemente se "ol­vidan" de in­te­grar en sus estadísti­cas de agresividad, el porcen­taje de huma­nos que maltratan bie­nes públi­cos (como estatuas, papele­ras o cabinas telefónicas), a los que mal­tra­tan a los demás animales, a los que agreden a sus muje­res o a sus hi­jos; a los que practican, o dis­fru­tan viendo practicar deportes vio­len­tos; a los "hoo­ligans" del fút­bol; a los que abusan de sus infe­rio­res, a los que tor­tu­ran por ideas polí­ticas o por disiden­cias reli­gio­sas, o a los que a­tra­can y roban. Todas ellas son mues­tras, dema­siado fre­cuentes de vio­len­cia fí­sica, que ponen en evidencia la gran cantidad de agre­sivi­dad que atesora el pri­mate hu­mano.

Que el hombre es una especie muy agresiva parece fuera de toda duda. Con la excepción de algunos roedores, ningún otro verte­bra­do destruye habitualmente a miembros de su propia especie, ni nin­gún otro animal disfruta ejercitando la crueldad sobre otros seres vivos. No existe nada comparable en el resto del reino animal, en especial por lo que respecta a asesinatos, guerras o torturas.

La agresión es una palabra que todo el mundo conoce pero que es difí­cil de definir. En todo caso cubre un amplio espec­tro de compor­tamiento humano que va desde el llanto del bebé, al ase­sino sá­dico, pasando por el torturador, por el que destroza cabinas de telé­fonos o por el futbolista vio­lento.
No existe una línea diviso­ria clara que se­pare las formas de agresión que todos deplora­mos y las que son re­comen­dables para la supervivencia.
El deseo de poder, en su forma más extrema, tiene los e­fec­tos de­sastrosos que todos conocemos; pero el impulso de conquis­tar las di­ficultades para dominar el mundo ex­terior es necesario para la su­per­vivencia del individuo. Cuando un niño o un joven se re­vela contra la autoridad paterna, está manifes­tando el de­seo de independen­cia y la necesidad de reafir­mar su per­sonalidad.

La agresión sería (según la mayoría de autores) la res­puesta que si­gue a la frustración. La violencia pura y simple, es la manifes­tación libre de la agresión. No toda agresión es violencia, pero toda violencia es agresión.

En las discusiones sobre la agresión humana, psicólogos, sociólo­gos y antropólogos se muestran, por lo general, en desacuerdo con los trabajos de los etólogos.
Aluden frecuentemente a extrapola­cio­nes abu­sivas o ilíci­tas del “animal” al hombre, con lo que muestran una falta de familiari­dad con la metodología y la teoría de la biología compa­rada.

La cuestión de por qué un ser vivo se comporta de una ma­nera de­ter­minada no supone únicamente indagar en los mecanismos fi­sioló­gicos y en los estímulos desencadenantes, sino también en el valor de la selección y, en con­secuencia, en la evolución fi­logené­tica e históri­ca. El estudio comparado de rituales en distintas cul­tu­ras de­muestra que pese a la enorme variabilidad del fenotipo externo, en el fondo hay una disposición estructural básicamente idéntica. Quede claro pues, que la etología no se limita a estudiar úni­camente el comportamiento innato del animal huma­no, sino que ade­más también in­vestiga el comporta­miento cultural de este prima­te.

Para entender vuestra agresividad desde el punto de vista biológico es necesario hacer unas cuantas consideraciones fisiológicas:

Dos conjuntos funcionalmente distintos de fibras ner­vio­sas parten de los centros autónomos del sistema nervioso de los vertebrados. Las fibras que parten del encéfalo y de la parte posterior de la mé­dula espinal, re­presen­tan la salida parasimpática del sistema autóno­mo; y las fibras que parten de la posición media de la médula espinal cons­tituyen la sa­lida simpática.

Cuando un mamífero se encuentra en estado agresivo, se producen una serie de cambios fisiológicos en su cuerpo. El sistema nervioso es el encargado de controlar la situación. Para ello deben actuar de manera coordinada sus dos sub-sistemas: el sis­tema parasim­pá­tico y el simpático.
El primero, mantiene y administra las reser­vas corpora­les, mientras que el segundo dispone al cuerpo para que pueda ejercer una enérgica acti­vidad.
En circunstancias nor­males existe un perfec­to equilibrio entre ambos sub-sistemas, pero cuando el cuerpo se ha­lla bajo la influencia de un desencadenante de la a­gresividad, el e­quilibrio se rompe.

La influencia del sistema nervio­so sobre las glándulas supra­rrenales provoca la emisión de a­dre­na­lina dentro del sis­tema cir­cula­torio.
La ac­ción de esta hormona hace que el cora­zón bom­bee la san­gre con más fuerza y rapi­dez, pro­du­cién­dose una transfe­rencia de la misma, en una direc­ción de flujo que va de lu­ga­res donde no se necesita de ma­nera pere­nto­ria (ví­sceras y pi­el), a lugares donde es más necesaria (cerebro y músculos).
Su ac­ción re­duce el tiempo de coagu­la­ción de la san­gre, lo que evitará que se pierda san­gre por cau­sa de he­ridas menores.
La presión sanguí­nea au­menta de ma­nera eviden­te, a la vez que se in­crementa la produc­ción de glóbulos rojos, a fin de que pue­dan trans­portar más oxígeno a los ór­ga­nos clave y liberarles del dióxido de carbono.
Se inhi­ben todos los pro­ce­sos de digestión, aun­que tiende a incrementarse el flujo gástrico.
El glucógeno almace­nado en el hígado, se trans­forma en glu­cosa más fácilmente utilizable, para po­der in­crementar la eficacia muscu­lar.
Pa­rale­lamen­te, aumenta el ritmo res­piratorio a la vez que la respira­ción se hace más profun­da. La piel se perla de su­dor, lo cual permi­tirá, al eva­po­rar­se, una refrige­ración de la su­per­ficie cor­po­ral, con lo que con­tribu­irá, tam­bién, a la erección del pelo en al­gunas zonas.
Di­cha erec­ción le hará aparentar un mayor tamaño cor­poral a los ojos de sus agresores.

Un estado de alerta y una sensación de fuerza, sustitu­yen cual­quier otra sensación, lo que indudablemente predis­pone a lan­zar un ataque. Al mismo tiempo se da una marcada disminu­ción de la percep­ción sensorial periférica, por lo que los contendientes pueden reci­bir heridas severas sin percatarse de ellas durante un cierto tiempo.
Y todo eso es así, tanto en vosotros, monos domésticos, como en los chimpancés, bonobos y demás mamíferos.

En la base del cerebro se encuentra una pequeña zona en la que se origina el sentimiento de enfado.
De allí parten los im­pulsos ner­viosos responsables de la subida de la presión sanguínea y de los demás cambios fisiológicos anteriormente mencionados. Esta pequeña área se denomina hipotálamo.
Su función es la de coordinar las res­pu­estas emocionales. Al ser estimulado en el laboratorio por medio de corrien­tes eléctricas, provoca en el animal humano o en otro mamífero, todos los signos de agre­sividad.

Gibbs, Moyer y Sweet, han demostrado la existencia en el mono domestico de ataques espontáneos de ira de origen neurógeno, que van a­com­pañados por una actividad eléctrica característica en ciertas re­giones cere­brales.
Estos ataques se pueden reproducir mediante la es­timulación eléctrica de dichas zonas.
La agresividad así inducida se mani­fies­ta en ataques espontán­eos a per­so­nas, obje­tos, etc., y se acompaña de expre­siones ges­tuales de furia, y de sen­sa­ciones de enojo.
Los cen­tros de la ira radi­can especial­mente en el ló­bulo tem­poral, y su ac­tivación desen­cadena la ira de los pacien­tes humanos y en otros animales.
Se puede tranquilizar a los in­di­viduos violen­tos, estimu­lando el lóbulo frontal ven­tromedial y la zona cen­tral del lóbulo temporal.
En algunos pacientes se han implantado electrodos dota­dos de un dispositivo de autoestimulación, de manera que siempre que les sobre­venga la ira, puedan reprimirla mediante la autoestimula­ción.
Este método es preferible al quirúr­gico, consistente en ex­tir­par las zonas cere­brales de la ira, ello, aunque supone una mejora, acarrea efectos secundarios desfavora­bles al quedar afectados otros centros nerviosos.

En circunstancias normales, el hipotálamo se encuentra bajo la in­fluencia inhibitoria del córtex cerebral, que es la parte del cerebro que se desarrolló en último lugar a lo largo de la evolu­ción.
Si el córtex cerebral recibe los impulsos nerv­iosos provo­cados por una ame­naza externa, libera al hipotálamo de su con­trol de inhibición, pro­vocándose algunas secuencias fisiológicas que pre­pararán al cuerpo para la defensa o el ataque.
Desapare­cida la amenaza exter­na, prevale­cerá aún durante un cierto tiempo la sen­sación de en­fado y a­lerta, es­pecialmente si el individuo no ha podido descargar la a­gre­si­vi­dad almacenada.
La emoción agre­siva activa, se acom­paña de la produc­ción de noradrenalina, mientras que la ansiedad pa­siva se en­cuentra aso­ciada a la producción de adre­nalina.
Ello se descubrió al comparar el estado físico-químico de los jugadores de hockey sobre hielo (que están en constante acción), con el del porte­ro de dicho deporte (mucho me­nos activo).

Y una vez más debo haceros la consideración de que todos estos procesos fisiológicos no son de vuestra única exclusividad, sino que los compartís por imperativo biológico, con los demás mamíferos.
Hasta la próxima semana... con el deseo de que vuestro hipotálamo sepa comportarse ¡

lunes, 21 de julio de 2008

LA CASTIDAD

La pasada semana os hablaba de la homosexualidad y terminaba resaltando la homofobia del Papa y de su ejército de obispos contra ese colectivo.
Vimos como esos mismos purpurados que critican el comportamiento homosexual (siempre desde su ignorancia) se atreven a recomendaros la castidad.
Dicen que la homosexualidad no se da en la naturaleza y que implica la extinción de la especie, pero con argumentos científicos y hechos probados les destrozamos sus teorías y pusimos al descubierto sus mentiras basadas en su ignorancia o en su malicia.

Hablábamos de más de 1500 especies con comportamiento homosexual comprobado…desde primates a gusanos, y aportábamos videos para reforzar nuestros argumentos.

Hoy, como os prometí, os quiero hablar de la alternativa sexual recomendada por la Iglesia católica: LA CASTIDAD.

Lo primero que cabe decir, es que la castidad es un comportamiento antinatural (ya que no se da en la naturaleza) que comporta la extinción de la especie.

Como siempre la Iglesia es muy capaz de ver la paja en el ojo ajeno pero en cambio no ve la viga en el ojo propio.
Conocemos muchas especies animales con comportamiento homosexual y, en todo el ámbito natural, sólo vuestra estrafalaria especie practica la castidad.
Vuestros obispos, sin embargo, no saben lo primero e ignoran lo segundo.
Afirman que la homosexualidad implica la extinción de la especie… pero no reparan en que la castidad es la negación de la reproducción.
Ante esto yo me pregunto ¿Debemos considerarlos entes inteligentes?

Cojamos un diccionario y busquemos la definición de “comportamiento desviado”; Leeréis que comportamiento desviado “es aquel comportamiento que se aparta de la norma”.

La norma en el mundo de los vertebrados es hacer uso de sus órganos sexuales tan pronto llegan a la madurez sexual, y como la castidad se desvía de la norma, es un comportamiento desviado, y como hablamos de sexo, podemos concluir que se trata evidentemente de una desviación sexual.

Argumentareis que el homosexual tampoco se reproduce, cierto, pero no os olvidéis de que utiliza sus órganos sexuales, mientras que el primate humano que ha hecho voto de castidad, ni se reproduce, ni hace uso de sus órganos sexuales durante el resto de su vida. Es pues, a todas luces, un comportamiento doblemente desviado.

Los bonobos, por tanto, consideramos desviados sexuales, desde el punto de vista biológico, a vuestros papas, cardenales, obispos, curas y monjas… y a cualquiera que haga voto de castidad y ejerza de casto.

Alguno de ellos, en el colmo de la desvergüenza, a la vez que predican castidad, no dudan en manipular genitales infantiles con las mismas manos que una hora antes estaban consagrando la “Sagrada Hostia” ¡¡¡.

Pero la castidad es algo más, es un comportamiento egoísta para con los demás, un ejemplo de comportamiento insolidario, ya que se trata de un “NO COMPARTIR”.

Por otra parte se me antoja como un desprecio para con “El Creador” (en el que creen los defensores de la castidad) ya que reniegan de unos órganos sexuales que les fueron regalados por su Dios y que llevan colgados en su propio cuerpo.

También me queda muy claro que la castidad es un comportamiento, además de poco práctico, muy poco inteligente.
Pasemos a desarrollar este punto a continuación:
El argumento de “…nada de sexo hasta que nos casemos” se cae por su propio peso.
Cuando una pareja está en fase de noviazgo, intenta a través de una relación muy estrecha e intensa, conocer cuantas más cosas mejor el uno del otro.
Antes de firmar el contrato, y para no verse abocados al fracaso, conviene que los futuros esposos sepan que carácter y que gustos tienen, sus filias y fobias, sus aficiones y cada uno de los posibles comportamientos ante las más diversas situaciones.
Como se supone que el matrimonio para los cristianos es un contrato de por vida, será necesario calibrar con toda seguridad los pros y los contras de la futura relación, sin olvidar, por supuesto, la afinidad sexual, tan importante en la vida de pareja.

¿Cómo pueden recomendar los obispos a los novios, que intenten conocerse en todo, MENOS EN LO QUE ATAÑE AL SEXO?.
¿Cómo pueden recomendar a los jóvenes cristianos que se lancen a ciegas a por el “contrato” sin conocer este aspecto primordial?
¿Es este un comportamiento inteligente?
¿Es esa una recomendación útil y lógica, o es un consejo disparatado por lo estúpido?

Imaginad por un momento que vais a comprar un televisor y el que os lo intenta vender os enseña la estética del aparato, os explica todas sus prestaciones, os muestra la imagen en la pantalla… pero se empeña en no mostraros el sonido, argumentando que el sonido ya lo comprobareis por vosotros mismos una vez hayáis comprado el aparato y lo tengáis instalado en vuestra casa.
¿Haríais caso a ese vendedor? ¿Compraríais ese televisor?
Y por encima de todo ¿No consideráis que es más importante saber como va a funcionar vuestra pareja, que averiguar como funcionará vuestro televisor?

Los bonobos no podemos entender como podéis creeros castos e inteligentes a la vez… se nos antoja un problema metafísico ¡¡

Tampoco entendemos el porque de la obsesión por el sexo en los papas, cardenales, obispos curas, monjas y miembros de sectas religiosas.

Todos ellos son unos auténticos obsesos sexuales, ya que según vuestros diccionarios un obseso sexual es cualquier persona obsesionada por el sexo. Y queda claro que cualquiera que este siempre pensado en el sexo, ya sea para practicarlo o para reprimirlo con amenazas de condena eterna, es un OBSESO SEXUAL.

Sois una especie de monos tan desesperadamente patética, hipócrita y falsa, que sois capaces de comer cuando tenéis hambre; de beber cuando tenéis sed; de defecar cuando tenéis ganas, o de dormir si estáis cansados, mientras que cuando os envuelve el deseo sexual os da por rezar el Santísimo Rosario u os ponéis a leer cualquier periódico. ¿Es ese un comportamiento inteligente?

Sois el hazme reír de los primates, la negación de la inteligencia y, por encima de todo, un ejemplo impactante de la más esclavizante domesticación.

En el paroxismo de vuestra locura llegáis al extremo de inventar artilugios para encerrar bajo llave vuestros órganos genitales.
¿A qué otro animal, aparte de vosotros, se le ocurriría la sandez de encerrar su pene en una jaula o mantener su vulva domesticada y prisionera bajo llave?.

Las risotadas de los demás primates que observan vuestro comportamiento se oyen por toda la selva al constatar vuestra última moda en cinturones de castidad ¡¡¡ ¡¡¡ Y es que estais verdaderamente “piraos” ¡¡¡¡








Nosotros, sin embargo, consideramos que no todo es malo en la castidad, la castidad también tiene sus ventajas.
En primer lugar, vuestro comportamiento casto nos entretiene y nos proporciona tema para el cachondeo y, en segundo lugar, debo confesaros que a nosotros nos encantaría, incluso más que a vuestro Papa y que a vuestros obispos, que practicaseis, TODOS, la virtud de la castidad… ya que de esta manera os extinguiríais y así la Naturaleza volvería a sonreír ¡¡

Practicad el sexo... os da buen rollo, os relaja, mantiene el aparato reproductor en buenas condiciones, y es gratis y solidario.

Dejad a los curas y a las monjas que se consuman en su propia frustración.

martes, 8 de julio de 2008

LA HOMOSEXUALIDAD

Habéis celebrado esta semana en Madrid el día del Orgullo Gay. Como el tema es de rabiosa actualidad he aplazado el post que os tenía preparado sobre agresividad humana y lo he sustituido por otro que trata sobre la homosexualidad.

Para desarrollar el tema con rigor biológico, y así poder desautorizar muchas de las teorías que os encargáis de dogmatizar la mayoría de las veces influenciados por vuestras religiones, empezaremos por sentar las bases de los argumentos a exponer.

En primer lugar, espero que os quede claro que el sexo en los primates y en otros animales de sistema nervioso muy desarrollado, no está dedicado únicamente a la reproducción. De hecho el sexo reproductivo es sólo una mínima parte de vuestra actividad sexual.
Nosotros los bonobos utilizamos el sexo para nuestra relación social, como vínculo de cohesión, para apagar cualquier brote de agresividad y para pasárnoslo bien, y sólo muy de vez en cuando, lo utilizamos para reproducirnos.

Vosotros, al ser primates como nosotros, utilizáis el sexo para reafirmar vuestro vínculo de pareja, como actividad lúdica y para relajar estrés.
El sexo reproductor lo hacéis dos o tres veces en vuestros sesenta años de vida sexual, cuando deseáis tener un hijo.

En cambio el sexo por placer lo habéis utilizado centenares de veces en esos sesenta años ya que incluso después de la menopausia seguís copulando.

Digo esto, porque cuando desde el Vaticano, el “primate primado” que viste de blanco os diga en sus encíclicas que “la Iglesia sólo permite el sexo dentro del matrimonio y sólo con fines reproductivos”, en lugar de hacerle caso como auténticos borregos, deberíais pensar sobre sus palabras, aunque fuera por una vez (os aseguro que no duele) para así poder calibrar lo disparatado de esa aseveración.
Si pensáis, llegareis a las mismas conclusiones que llego yo, y conmigo, los demás bonobos.
Si el del cucurucho os dice que sólo se permite el sexo dentro del matrimonio quiere decir que para follar necesitáis un contrato. Un ejemplo más de vuestra domesticación disparatada.

Si el enjoyado de Vaticano os dice que el sexo debe ser dedicado únicamente a la reproducción, os esta diciendo que no hagáis el sexo como humanos responsables, sino como bestias de sistema nervioso poco desarrollado….SEXO SÓLO PARA CRIAR ¡¡¡
Esas, a mi juicio, serian suficientes razones para apostatar de inmediato.

El sexo humano (como el del bonobo) es algo más que “sexo de cría” ¿Se entera señor Benedicto XVI?
El sexo humano es un sexo de buen rollo, de reafirmar vínculos de pareja…no sólo “sexo para hacer criaturas”.

Por favor señores curas, obispos, papas y monjas ¡¡basta ya de llevar vuestras frustraciones sexuales a las camas de los demás ciudadanos ¡¡ Dejadles ser humanos y no los tratéis como a conejos ¡¡

Y a lo que vamos, como los homosexuales hacen un sexo no reproductivo y lo utilizan para pasárselo bien y para fomentar su vínculo de amistad hacen, a todas luces, un sexo HUMANO y por lo tanto hacen el sexo propio de la especie y propio de su familia zoológica. Es, en resumen, un sexo inteligente, mientras la Iglesia os recomienda el “sexo de granja”.

Cuando el superbrujo vaticano os dice que la homosexualidad no es natural, porque no se da en la naturaleza, os MIENTE.
Para empezar, nosotros los bonobos (los animales que evolutivamente tenéis más cercanos) somos bisexuales (excepto en mi particular caso que, por ser tan raro, sólo me van las hembras).

Si dice tales disparates por ignorancia, no hace otra cosa que demostrar un par de cosas: primero, que él y sus asesores son unos auténticos "catetos integrales" en esos temas, y segundo, que su rostro es más duro que el pedernal, pues, sin saber nada sobre esta realidad biológica, pretenden adoctrinaros basándose en una supuesta autoridad.

Hasta el momento sabemos de más de 1500 especies de animales que practican comportamientos homosexuales. Y como tal comportamiento se da con frecuencia en la naturaleza, se trata de un comportamiento natural.
Por otra parte, si esta evidencia biológica la conocen en Roma y se les oculta a los fieles, entonces la mentira vaticana llega a extremos tan escandalosos que es de imposible justificación y merece la denuncia y el desprecio.

Al mentiroso del Vaticano, como a cualquier mentiroso, se le pilla antes que a un cojo, aquí os pongo un par de vídeos que lo ponen en evidencia.

http://www.youtube.com/watch?v=2MFyCIsN29k

http://www.youtube.com/watch?v=04lPheGpWfM

Si consultamos el Catecismo de la Iglesia Católica, leemos: “La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves, la tradición ha declarado siempre que 'los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados'. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso'.
Nótese el contenido homofóbico de las frases: habla de “depravaciones graves” “actos desordenados” “contrarios a la ley natural” “Cierran el acto sexual al don de la vida” (lo dicho, para la Iglesia católica sexo = cría)…y la gran mentira: “No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual” Según eso, los homosexuales no pueden amar, por lo que se ve la Iglesia aún no se ha enterado que en los últimos dos años ya se han casado más de 3300 homosexuales en España.
Leído esto, mi primer impulso es quemar el Catecismo…. Y el segundo, también.

Como consecuencia del odio de vuestras religiones hacia el homosexual no os debe extrañar que Amnistía Internacional denuncie que 70 países aun persigan a los homosexuales y que de ellos, ocho, los castiguen con pena de muerte. Todos con cultura musulmana, se trata de Afganistán, Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Pakistán, Sudán, Yemen y algunas zonas del norte de Nigeria.

Algunos paracientíficos creen aun que la homosexualidad es una enfermedad y la Iglesia católica de México considera la homosexualidad una “enfermedad curable”
Y en la católica Polonia, cuna del anterior papa, Amnistía Internacional denuncia manifestaciones de diputados de la Asamblea que emiten declaraciones del estilo de: "si los desviados comienzan a manifestarse, habrá que aporrearlos". Además limitan la libertad de expresión de este colectivo y menosprecian el principio de no discriminación reconocido en la Carta de Derechos Humanos de la UE que tiene que cumplir Polonia como parte del acervo comunitario.
Hace poco, la Defensora del Menor de Polonia, inició una investigación para saber si el personaje de los Teletubbies, promovía la homosexualidad ¡¡¡.


En España, los obispos se postulan contra el matrimonio homosexual, alegando que a los hijos que adopten según permiten las nuevas leyes, les faltará la imagen de la madre, y la del padre, en el matrimonio de dos mujeres y que por culpa de esa carencia los hijos tendrán un desequilibrio y un mal desarrollo mental.
Esos prelados tienen la desvergüenza de “olvidarse” de sus famosos orfanatos donde los internos no veían la imagen materna jamás, ya que los niños sólo estaban con curas, mientras las niñas no veían la imagen paterna en ningún lado pues estaban permanentemente enclaustradas con monjas.
A pesar de ello, al parecer, todas estas generaciones de huérfanos y huérfanas disfrutaban de buena salud mental a pesar de que con algunos los sacerdotes pedófilos sin duda “se pusieron las botas”.

La “amnesia” de los obispos les lleva también a olvidar los innumerables matrimonios arreglados y los de niñas menores de quince años que se dan en la India, Afganistán, China, Pakistán, Nepal, Oriente Medio y el Lejano Oriente, es decir, prácticamente en medio Mundo. Y es que los de la "falda púrpura" son tan homófonos que, para ellos, sólo cuenta la “aberración” del matrimonio homosexual.
En su fanatismo, no dudaron en manifestarse el año pasado de la mano del Partido Puritano (PP) por las calles de Madrid contra dicho matrimonio, en cambio nunca los veréis manifestarse contra los múltiples matrimonios arreglados que implican a niñas menores de edad con hombres que pueden ser sus abuelos. Tampoco los oiréis expresarse contra las culturas que aceptan la boda con bebés e incluso ¡¡ con fetos ¡¡, ya que su “fijación” sólo está contra los homosexuales.

Lo más indignante de esos personajes es que no se cortan un pelo al manifestar sin pestañear y sin el menor sonrojo que los jóvenes deben practicar la castidad.. los pobres, en su ignorancia, no reparan (en realidad no dan para más) en que la CASTIDAD NO SE DA EN LA NATURALEZA, por lo tanto NO ES UN COMPORTAMIENTO NATURAL, siendo además, un comportamiento INSOLIDARIO que conduce fatalmente A LA EXTINCIÓN DE LA ESPECIE.

Sois unos tristes monos domésticos que no habeis logrado salvar ni el sexo de la domesticación.

La próxima semana hablaremos de la castidad

viernes, 4 de julio de 2008

COMPORTAMIENTO ADQUIRIDO

El animal humano está capacitado para aprender a lo largo de toda su vida, pero al igual que muchos mamíferos, tiene, du­rante su época juvenil, una especial capacidad para retener mejor las enseñanzas y experiencias. Este es el período más sensible de su vida en la que es más fácil grabar los principios de la doma social.
Es pre­cisamen­te en esta época de la vida, cuando el niño es más vulnerable a las ense­ñan­zas. Esto lo saben perfectamente las autoridades polí­ticas y re­ligio­sas (especialmente estas últimas) que se encargan de bombar­dear con sus doc­tri­nas a los niños en estas edades críticas.

No es casualidad que, a vuestras crías, los curas les enseñan el catecismo en su tierna infancia. De hecho, es cuando es más fácil lavarles el “coco”.
¿Por qué creéis que vuestros obispos y políticos del Partido Puritano (PP), os están machacando continuamente con la necesidad de que los niños estudien la asignatura de religión e insistiendo, al mismo tiempo, en la necesidad de objetar a la asignatura de (Educación para la ciudadanía).
Los obispos quieren tener las mentes tiernas y manipulables de los niños a su merced, para así poder sembrar en ellas sus consignas y, no contentos con ello, exigen también que se elimine la asignatura que instruye a vuestros niños en los valores democráticos, en el respeto a las libertades y a la solidaridad ciudadana, porque, precisamente estas, no son las preferencias de la Conferencia Episcopal.

Un ejemplo palpable de este tipo de manipulación político-religiosa lo tuvisteis en vuestro país en los años cuarenta.

Después de la guerra civil la Iglesia Católica ofi­cia­lizó en Espa­ña un Catecismo de obligada enseñanza en todas las escue­las del Esta­do.
Todos los niños de España tuvieron que aprenderse de memoria estas pre­gun­tas y respuestas:

PREGUNTA. ¿Es cierto que el hombre pue­de elegir la reli­gión que más le agrade?
RESPUESTA. - No, pues sólo debe profesar la católica, apos­tólica y romana, que es la única verdadera.

PREGUNTA. La libertad de prensa… ¿Qué es?
RESPUESTA. - La facultad de im­primir y publi­car sin pre­via censura toda clase de opi­niones, por ab­surdas y corrup­toras que se­an.

PREGUNTA. ¿Hay otras libertades perniciosas?
RESPUESTA. - Sí señor; la libertad de enseñanza, la li­ber­tad de propaganda y de reunión.

PREGUNTA. ¿Por qué son perniciosas esas libertades?
RESPUESTA. - Porque sirven para enseñar el error, pro­pa­gar el vicio y maquinar contra la Iglesia.

PREGUNTA. El matrimonio civil, ¿Es verdadero matrimo­nio?
RESPUESTA. - No, sino torpe concubinato.

PREGUNTA. ¿Qué enseñan los socialistas?
RESPUESTA. - Que el Estado puede disponer de los bie­nes particu­la­res que son fuente de riquezas y distribuirlos entre los o­bre­ros como lo juzgue conveniente.

PREGUNTA. ¿Qué me dice usted del socialismo?
RESPUESTA. - Que es un sistema absurdo y sobre todo, in­justo.

PREGUNTA. ¿Por qué?
RESPUESTA. - Porque viola la propiedad privada, que es sagrada, y dispone injustamente de lo que no es suyo.

PREGUNTA. ¿Por qué es brutal y pernicioso el sindica­lis­mo?
RESPUESTA. - Porque no respeta la moral ni el derecho y por medio de la revolución intenta la ruina de la sociedad y el repar­to univer­sal de las riquezas.

PREGUNTA. ¿Qué me dice usted del darwinismo?
RESPUESTA. - Que es un sistema absurdo.

PREGUNTA. ¿Por qué?
RESPUESTA. - Porque entre el hombre inteligente y li­bre y un animal, es ridículo y absurdo establecer parentesco.

PREGUNTA. ¿Peca gravemente quien se suscribe a perió­di­cos libera­les?
RESPUESTA. - Sí, señor, porque contribuye al mal con su dinero, pone en peligro su fe y da a los demás mal ejemplo.

PREGUNTA. ¿Debe ser laico el Estado?
RESPUESTA. - De ninguna manera. Antes, al contrario, debe profesar la religión católica, que es la única verdadera.

Y no creáis que la Iglesia y el Estado tuviesen bastante con eso, ya que veinte años más tarde, en los años sesenta, aún era obligatorio estudiar en las universidades españolas una asignatura llamada “Formación del Espíritu Nacional” (de adoctrinamiento franquista), y otra asignatura, la “Religión” (de adoctrinamiento católico).
Estas asignaturas del “Nacional-Catolicismo” se estudiaban en cada uno de ¡¡ los tres primeros años de todas las carreras ¡¡
Las seis asignaturas, tenían el mismo valor que cualquiera de las otras asignaturas que constituían las Licenciaturas.
No se podía terminar una carrera hasta tener las tres “políticas” y las tres “religiones” aprobadas.

Aún en el año 1990, en pleno régimen de libertades, con una Cons­titu­ción vigente que proclama al Estado español como no con­fe­sio­nal, los obispos católicos españoles y las asociaciones religio­sas, presio­naron con fuerza al Gobierno socialista para que la reli­gión cató­lica fuese obligatoria en las escuelas, dentro del marco de la Ley de Or­denación General del Sistema Educativo (LOGSE).
Se pre­tendía con ello ignorar a las demás religiones, a la liber­tad de en­señanza y a la pro­pia Constitución.

Finalmente, en 1991, y como prueba de la gran influencia que aún tiene este poder fáctico, la Iglesia se salió (una vez más) con la suya, se eliminó la asignatura de Ética (alternativa a la asignatura de Religión), y se puso como obligatoria una asignatura denominada "Historia de las Religiones" con la que el Gobierno pretendía cubrir el expediente "salvando la cara".

La Iglesia, con ello, salía beneficiada al matar, una vez más, dos pájaros de un tiro, ya que con la nueva disposición se obligaba a todos los alumnos de España a estudiar la religión católica (disciplina que el año anterior había sido optativa) y de paso podía "meter mano" a las demás religiones al poderse explicar su historia bajo el punto de vista del profesor católico.

Los adoc­tri­nado­res especializados en el lavado de cerebro infantil, además de utilizar la docen­cia, se valen de la posi­bilidad de or­ganizar convivencias, cursillos, activi­da­des pa­rro­quia­les, excur­sio­nes, campamentos, etc., para poder acce­der a la men­te de los jóvenes por la vía lúdica (cada año en Catalu­ña las ocho dió­cesis catalanas organizan colonias y campamentos para unos 30.000 niños y jóvenes).

En otras ocasiones la aproxi­mación es más direc­ta, a tra­vés de los llamados "Ejercicios Espiritua­les" que bien se pudieran también llamar “Reciclajes Espirituales” .

Todas estas estrategias tienen como fin, vuestra domesticación religiosa, no en vano sois animales domésticos.

Hans Hass, manifiesta que a partir de los 16 años se de­be­ría deci­dir solamente en cuestiones éticas que se vieran de igual ma­nera en todas partes.

Se debe advertir a vuestras formas juveniles, sobre los peli­gros que representan las fijaciones prematuras y se les debe hacer ver que, como primates, tienen el derecho de pensar y decidir por sí mis­mos, aunque a causa de ello se enfrenten a las autoridades reli­gio­sas y civiles de la sociedad, o a sus propios padres.

Por otra parte, quiero destacar también, que la facultad que tiene el primate humano de aprender algu­nas cosas por encima de otras, nos habla de una clara influencia gené­ti­ca, de hecho también en eso os recuerda al chimpancé.
Por ejemplo, los chimpancés buscan objetos que hagan ruido para ha­cerse notar, es­pe­cialmente cuando quieren manifestar una amenaza. Para ello bus­can troncos huecos o lo que tengan más a mano (Jane Go­dall, les vio per­cu­tar, incluso, latas de petróleo vacías en pleno África).
El primate hu­mano ma­neja también el sonido de la percusión antes que cualquier otro. Es a través del golpeteo rítmico del "tam-tam" o de troncos huecos, como se transmiten avisos de aldea a aldea los pueblos primi­tivos.
Los chimpancés, y otros animales, también golpean troncos huecos para indicar su situación a sus compañeros. Después de golpear el tronco escuchan en silencio esperando una respuesta.
Los tam­bo­res han acompañado al animal humano en todas sus guerras y no fal­tan en ninguna manifestación musical que tenga lugar en cualquier rincón del mundo.
Sin duda los instrumentos de percusión fueron los primeros instrumentos musicales manejados por el mono domestico. La inspiración bien les pudo llegar al oír el rítmico golpeteo de las gotas de lluvia al impactar sobre el suelo o sobre las hojas de los árboles.



Hasta la próxima semana.