viernes, 29 de enero de 2010

DESTRUYENDO LA CIUDAD.



Las normas sociales os impiden la descarga de la agresivi­dad sobre los miembros de vuestra comunidad. Sin embargo, os cabe la posibili­dad de rediri­girla contra otros seres vivos u objetos. Mudos testigos de la agresi­vidad humana son los bienes urbanos en vuestras ciuda­des.

Los servicios de Parques y Jardines de cu­alquiera de vuestras gran­des urbes, se ven obligados a trabajar de ma­nera frenética, para poder arreglar los desagui­sados producidos por los constantes actos van­dá­li­cos que causáis los monos domésticos en parte­rres, farolas, ban­cos, fuen­tes, etc. Otro tanto cabe decir de las brigadas móvi­les de la Tele­fóni­ca, en­car­gadas de reparar vuestros destrozos en las cabinas de te­lé­fo­nos, o los em­pleados de la compañía RENFE, que deben hacer lo pro­pio en los vago­nes de ferrocarril.


Un buen ejemplo del poder destructivo del animal humano lo tenemos en el proceso de construcción durante 1987 del parque del Clot de Barce­lona.
Dicho parque se construyó entre la permanente amenaza de gru­pos de gamberros. A diario los jóvenes de vuestra especie asal­taban las obras, robaban y des­truían material. Con esta actitud, reivindica­ban la pro­piedad de a­quel solar, que tradicionalmente les había servido como cam­po de bata­lla contra otras tribus urbanas. Durante aquella época, la empresa constructora tuvo que negociar y pactar con una de las bandas, gracias a lo cual se consiguió una tre­gua y pudieron continuar las obras. Sin embargo, poco tiempo después volvieron a surgir los problemas, y en tres oca­sio­nes fueron des­troza­dos los vestuarios y los lavabos de los obreros que trabajaban en el proyec­to. Se contrataron entonces servicios especia­les de segu­ri­dad y sus miembros fueron amenazados de muerte.
Las obras finalizaron ante la permanente amenaza de aquellos grupos de primates violentos, que aprovechaban cualquier descuido para llevarse el hie­rro procedente del derribo.
Con la inauguración del parque, se inició un nuevo tipo de vandalis­mo, protagonizado por algunos vecinos que se de­dicaban a robar las plantas o a destrozar los árboles.
Los res­ponsables de este sa­queo eran en su mayoría hembras de vuestra especie, que a diario cruzaban la zona para dirigir­se al mercado cer­cano, y que colocaban en sus cestos o carritos de la compra las plantas que arrancaban de los parterres, para trasplantarlas a sus balcones.
Cinco meses después de la inauguración vuestros cachorros adolescentes destrozaron los bancos, quemaron el laberinto, arrasa­ron una ma­queta del ensanche destinada a vuestros niños, y acabaron in­cen­diando la zo­na cubierta conocida como la "Nova nau". Este pabellón debía ser­vir para todo tipo de activi­dades, desde el teatro al depor­te.


En vuestras ciudades, los teléfonos son arrancados y las cabinas reventadas, como re­sultado de la agresividad redirigida, provocada por la frustra­ción del ciudadano que se siente estafado al no poder comunicarse o al no serle devueltas las monedas, o por el delincuente que no ha podi­do acceder al sistema reforzado del colector de monedas.

Por el simple placer de destruir, incendiáis las pape­le­ras de plástico, quemáis contenedores de basura o pincháis las ruedas de una hilera entera de coches aparcados a los que en otra ocasión os dará por rayarles las carrocerías.



Las esculturas sufren todo tipo de mutilaciones y pintadas, lo que en algunos casos obliga al Ayuntamiento a retirarlas, para colo­carlas en lugares inaccesibles, como sucedió en Bar­celona con la estatua de Pau Casals.

En Cáceres, los actos vandálicos se traducen principalmente en pintadas y roturas en escaparates, paredes, y mobiliario urbano y su reparación al año supone más de 130.000 euros. Las autoridades se han visto obligadas a imponer multas de hasta 3000 euros, en la línea de otras ciudades españolas.


Con vuestro comportamiento destrozáis el patrimonio de todos los ciudadanos. El dinero empleado para reponer papeleras, contenedores, árboles, jardines, columpios, borrar pintadas etc., podría destinarse a otras de las muchas necesidades de la ciudadanía.


En algunas ciudades el vandalismo se ha incrementado de manera galopante. En Sevilla, por ejemplo en tan sólo tres años aumentó un 472 por ciento, al pasar de las 461 denuncias de 2004 a las 2.637 en 2007. En 2005 se denunciaron 222 actos vandálicos y al año siguiente, en el 2006, la cifra de denuncias se disparó a 2.517.
En el conjunto de Andalucía el aumento fue (en el mismo periodo) del 461,2 por ciento al pasar de 570 denuncias en 2004 a 3.199 en 2007.
Al igual que los perros marcan su territorio a base de mearse en árboles, farolas y paredes, vosotros dejáis constancia de vuestra presencia marcando paredes, puertas, bancos y resto de mobiliario público, con la pintura de vuestros sprays o con la punta de vuestras navajas. Ni por asomo se os ocurrirá marcar las paredes de vuestro piso, esperareis la noche para, al amparo de la oscuridad, proceder a ensuciar la propiedad ciudadana del espacio público, justo como hacen las ratas y las cucarachas.

En Madrid cada año el Consistorio gasta 6 millones en limpiar vuestras “obras de arte”. Ello es así a pesar de multiplicar por 20 (de 300 a 6000 euros) las multas por los grafitis.

Vuestras destructivas y enfermizas mentes de animal humano han puesto de moda el destruir para poder grabar con el móvil vuestras fechorías a fin de poderlas colgar en Internet acto seguido, para que la comunidad de monos domésticos internautas puedan admirar vuestra “obra”.
Por lo que veo últimamente, durante las noches, también os aplicáis con esmero y alta dedicación a la quema de papeleras, contenedores de basura e interfonos. Repito una vez más, sois tan cobardes que para actuar necesitáis que llegue la noche.

Los restaurantes y cafeterías, antes de cerrar, se ven obligados a atar las sillas y mesas a soportes fijos con gruesas cadenas para protegerse de vuestros desmanes y vuestras rapiñas nocturnas.
¡¡ Sois la vergüenza de la Naturaleza ¡¡


Los sicólogos afirman convencidos que todos esos actos se deben al desahogo que se busca para paliar un estado de frustración. La famosa “Agresividad Redirigida”.
En eso os parecéis a los chimpancés.
Sin embargo vuestra agresividad e imbecilidad llega hasta tal punto que, lejos de destruir sólo cuando estáis cabreados, también destruís el mobiliario de vuestra ciudad cuando estáis contentos ¡¡¡.

Desde que convivo entre vosotros he tenido ocasión de ver este tipo de comportamiento en diversas ocasiones, y concretamente hasta seis veces durante el año 2009 en la ciudad de Barcelona.

Resulta que uno de los pasatiempos preferidos del “inteligente” primate humano consiste en el enfrentamiento entre dos tribus de 11 monos domésticos que se pelean por una esfera de cuero. Las dos tribus pugnan por hacerse con su posesión para acto seguido intentar introducirla en una cueva de redes. Semejante estupidez despierta el interés de millones de primates que asisten como voyeurs de primera línea en los campos de pelea (llamados estadios) o a través de las pantallas de los televisores.

En la ciudad de Barcelona todos los periódicos dedican cada día unas cuantas páginas a este deporte de mercenarios y mirones.
Dos periódicos de publicación diaria se dedican a informar en exclusiva de las últimas noticias de los pateadores profesionales locales. Las emisoras de radio dedican horas y horas cada día al tema, ya sea a través de amplias informaciones, de debates, de retransmisiones en directo, etc.
Las televisiones retransmiten un puñado de estas peleas cada semana, dándose incluso la circunstancia que las dos multinacionales del país que son las que mejores mercenarios tienen y las que más monos domésticos arrastran (F.C. Barcelona Y R. Madrid) tienen incluso, como mínimo, un canal propio de TV. digital de pago. En Barcelona (por lo que veo) la tribu de los culés se ha hecho también con la casi exclusividad de la televisión pública catalana, TV3.

Precisamente los mercenarios de este último colectivo manejaron el esférico particularmente bien en el 2009, hasta el punto de hacerse con seis de los siete trofeos que disputaron (cayeron eliminados en primera ronda de la Copa de Catalunya, derrotados por el Sant Andreu, de Segunda B).

Pues bien, en cada una de las celebraciones tribales pertinentes, miles de monos domésticos culés se lanzaron a las calles de la ciudad para mostrar su alegría…. destrozando lo que encontraban en sus puntos de reunión.
Señores sicólogos … no destruían como resultado de una frustración por perder, ¡¡¡ DESTRUIAN SU CIUDAD POR LA ALEGRIA DE GANAR UN TÍTULO ¡¡¡ .. y luego nos diréis que los seres humanos sois inteligentes… ¿Con qué argumentos?.

El fanatismo de la representación de ese colectivo llega hasta tal punto que las destrucciones masivas en zonas de su ciudad se efectuaron, ya no sólo al ganar títulos, sino incluso al darse determinados resultados
(2-6 en la confrontación de las multinacionales de Madrid y Barcelona y en el empate (1-1) contra otra multinacional, la del Chelsea, en Champions con la interesada y reiterada colaboración arbitral).

En honor a la verdad debo decir que he buscado en hemerotecas de toda España y Europa casos parecidos de continuada destrucción de bienes urbanos POR GANAR campeonatos, sin encontrar ni un solo caso comparable al que se da en la ciudad de Barcelona.

Y ¿cual es la capacidad destructiva de esa masa de primates enfervorecida?.
Pienso que la manera más justa de calibrarla es estudiando las crónicas y cotejando los números.
En el 2009, la celebración por la consecución de la Copa del Rey por parte del F.C. Barcelona, se saldó con 50 detenidos de los cuales sólo 5 eran menores de edad. Algunos de los detenidos tenían antecedentes penales por ser reincidentes. El Ayuntamiento pidió, un cambio de normativa para permitir que se pudiera retener a los seguidores azulgrana imputados en comisaría, mientras se disputaran los partidos importantes de su club. Se intentaría también desplazar las manifestaciones de victoria de los culés a espacios más abiertos y con menos comercios para vandalizar y saquear.

Las destrucciones masivas de bienes públicos ya se iniciaron en pleno campeonato para celebrar dos resultados: el del empate con el Chelsea y la victoria en Madrid.
Para celebrar el empate en Londres algunos seguidores culés se congregaron en Las Ramblas para destrozar, …y bien cierto es que se aplicaron a fondo.
Los desperfectos se valoraron en 400.000 euros en el sector del Bicing, ya que fueron destrozadas varias estaciones y muchas bicicletas. Algunas bicis fueron sacadas …del mar ¡¡¡.

Barcelona no se merece que unos monos domésticos descerebrados con pinturas de guerra azulgranas se reúnan de cuando en cuando en el corazón de la ciudad para dedicarse a saquear comercios y a destrozar lo que es de todos.
Cierto que la gran mayoría de simpatizantes azulgrana se avergüenzan de los que ensucian el nombre y la fama de su club de esta manera, pero también es cierto que mienten los que aseguran que los daños los ocasionen únicamente “gente ajena al club”, ya que muchos de los detenidos llevaban el carnet de socio encima.


Cuando ganaron la Copa del Rey en Valencia, me impresionó ver a centenares de primates destrozando todo lo que iban encontrando por las calles del centro de Barcelona. Reventaban quioscos, arrancaban semáforos, destrozaban las paradas de Bicing, los maceteros, tiraban y pateaban las motos, rompían cristaleras y escaparates de comercios.
Se quemaron 12 contenedores de basura y varios vehículos privados fueron calcinados. Se destrozaron 4 semáforos y se dañaron diversas farolas en las que esos primates trepaban.



Después de machacar el mobiliario público pasaron a atacar restaurantes, librerías, hoteles, bancos, así como varios comercios. A un quiosquero que protestaba a un sujeto que había trepado sobre el tejado de su quiosco, le reventaron una botella en la cabeza
La terraza del Hard Rock Café fue arrasada (maceteros incluidos). El Hotel Lloret, al que el día de la victoria en Madrid le rompieron los cristales, decidió no cambiarlos hasta que el F.C. Barcelona terminara la temporada… y acertaron de lleno con su decisión ya que se ahorraron cinco reparaciones más.
La riada enloquecida se extendió luego por Canaletas, Ramblas, Plaza de Catalunya, Pau Clarís, Paseo de Gracia, etc.
El “parte de guerra” hablaba de 33 mossos y 79 asaltantes heridos. En los alborotos barcelonistas de Girona hubo incluso un muerto.

Las celebraciones de los seguidores del F.C. Barcelona con motivo de la obtención de la Copa de Europa del año pasado (2009) incluyeron múltiples saqueos y destrozos. Trece comercios denunciaron daños en puertas y persianas, a otros 22 les destrozaron los escaparates y en seis comercios les entraron y les robaron género.
El centro comercial “El Triangulo” de la Plaza de Catalunya denunció daños por valor de 400.000 euros. “Levi´s tuvo que permanecer 5 días cerrado por culpa de los destrozos y de los saqueos.
Los comerciantes de Las Ramblas valoraron los destrozos y los robos en unos 602.682 euros.

Para evitar más robos, saqueos, destrucción, y para seguridad de los ciudadanos, los comercios de la zona piden al Ayuntamiento que obligue a los seguidores del F.C. Barcelona a “celebrar” sus victorias lejos del centro de la ciudad.

El comportamiento vergonzoso de parte de ese colectivo se repitió hasta seis veces durante el 2009, siempre para “celebrar” victorias. El “destruir para celebrar” es ya una costumbre tradicional de ciertos fanáticos de la tribu azulgrana.

El 15 de mayo del 2005 “celebraron” un nuevo título de Liga con el ya conocido y previsible ritual.
Más de 100.000 personas se congregaron en torno a la fuente de Canaletas. Al llegar la madrugada la turba empezó a destrozar semáforos, marquesinas, cabinas de teléfono, escaparates de comercios, etc., etc. El Ayuntamiento valoró los daños en decenas de miles de euros. Entre los heridos tres lo fueron por apuñalamiento con arma blanca.

Según leo en vuestros periódicos uno de los detenidos fue un tal Arnau Montilla, uno de los 5 hijos del President de Catalunya.
Según la sentencia: “Arnau Montilla, con ánimo de dañar la propiedad ajena y en compañía de otros dos individuos no identificados, propinó un puntapié a la estructura de una cabina y destrozó el cristal de la misma. A continuación, se dirigió a otra cabina telefónica y golpeó el auricular”.
El propio Montilla admitió durante el juicio haber golpeado una de las cabinas, pero negó la fractura del vidrio. Sin embargo, el testimonio de la Guardia Urbana fue contundente al asegurar que presenció cómo el acusado rompía el cristal. Los móviles de la actuación del inculpado, indica la sentencia, «no aparece sino como la pura tendencia a destruir o menoscabar un patrimonio ajeno, al margen de cualquier beneficio propio».

En el 2006, una turba de primates tomó el centro de la Ciudad Condal para destrozar lo que se les ponía por delante. Una parte de los 125.000 culés congregados se dedicó a levantar barricadas con contenedores de basura, motos, sillas …(incluso con una cabina de la ONCE), mientras otro grupo saqueaba comercios.
Y ¿A qué se debía tanta violencia destructiva? Pues.. a la alegría por la consecución de una Copa de Europa ¡¡¡

Por otra parte, me llama poderosamente la atención un detalle muy especial y a la vez muy significativo. En lo que llevamos de siglo (10 años ya) ninguno de los dos equipos de Madrid (R. Madrid y Atlético de Madrid) ha logrado ganar la Copa de Rey. El F.C. Barcelona ha ganado una sola vez el título de Campeón de Copa y, sin embargo, en el mismo período, el otro equipo de Primera División de la ciudad de Barcelona, el R.C.D. Espanyol, con un presupuesto muy inferior, lo ha ganado dos veces. En cada una de sus dos celebraciones los seguidores pericos dieron sendas lecciones de civismo a sus rivales ciudadanos ya que en ninguna de ellas causaron destrozos en la ciudad.

Uno se inclinaría a pensar, por lógica, que el equipo que está harto de ganar títulos no se excede en la euforia de las celebraciones, mientras que el que no está acostumbrado a ganar se muestra más efusivo. Sin embargo en la ciudad de Barcelona ocurre justamente al revés. La moderación tiene color blanquiazul y la violencia y destrucción, color azulgrana.
Otra prueba de que ello es así la tenemos en las celebraciones posteriores a dos resultados en confrontaciones entre rivales que tuvieron lugar durante el último campeonato de Liga.
El líder del campeonato recibió en su estadio al último clasificado, situado a 8 puntos de la permanencia. El resultado: Barcelona -1- Espanyol -2- Este resultado catapultó al equipo “perico” hacia arriba, lo que le permitió pasar a otros 10 equipos en el computo final del campeonato. A pesar de la importancia del resultado y de ser la primera vez que se dio tal circunstancia en la historia de la Liga (el último ganando en casa del primero), por la noche, la ciudad permaneció tranquila.
Sin embargo, durante el mismo campeonato, el líder visitó el campo del R. Madrid. El resultado: Madrid -2- Barcelona -6- … y la ciudad tembló.
Este resultado provocó caos y destrucción en el centro de Barcelona al celebrar los barcelonistas su victoria. Una vez más, ….más de lo mismo.
Lo dicho, cuando el Barcelona gana algo… la ciudad tiembla.

Por las mismas fechas terminaron las tres grandes ligas de Europa: la inglesa, la italiana y la española. Sólo el vencedor de la liga española manifestó su alegría con violencia y destrozos a mansalva.

Los chimpancés, cuando están muy contentos, (por ejemplo, por haber encontrado un árbol cargado de fruta) se abrazan y se entregan a rápidas cópulas. La noche de la victoria culé sobre los merengues del Madrid, les comenté a mis hermanos bonobos (y a algún que otro mono doméstico conocido) que esa noche probablemente bastantes culés actuarían como sus primos los chimpancés cuando están contentos y follarían como desesperados (cosa por otra parte muy natural en el mundo de los primates).
Pues bien, esta semana se cumplen nueve meses de esa fecha (2 de mayo) y de la del empate frente al Chelsea (6 de mayo) y mis sospechas se han confirmado plenamente. Tres hospitales y dos clínicas de Barcelona: la Clínica Quirón, la Clínica Dexeus, el Hospital General, la Maternidad y la Residencia de la Seguridad Social, confirman hoy (29 de febrero) que durante esta semana han aumentado en un 45% los partos en la ciudad de Barcelona.
Como no dudo de que esos “hijos de la euforia” serán en su totalidad forofos culés… espero que en un futuro celebren las victorias de su equipo montándose un festival de polvos en sus dormitorios en lugar de lanzarse al vandalismo contra los bienes urbanos y al pillaje de los comercios de su ciudad.

Como consecuencia de vuestro vandalismo cada vez os instalan más y más cámaras para poder vigilar vuestros movimientos, de esta manera os veis obligados a vivir en permanente “libertad vigilada”.
Os espían en tiendas, calles, bancos, estaciones de metro y de ferrocarriles, en aeropuertos, en vuestros trabajos, etc. En algunos lugares incluso os cachean, como en las terminales de aeropuertos, estadios deportivos, etc.
Los bancos tienen puertas de seguridad, vuestras casas puertas blindadas, vuestros coches artilugios antirrobo y los comercios se protegen con alarmas, obligándoos incluso a pasar entre dos placas antirrobo para detectar posibles sustracciones de género…y las cárceles están a rebosar.


Sois monos domésticos, por ello no os inmutáis aunque os veáis rodeados por cámaras que os filman sin parar minuto tras minuto. No os escandaliza la persistente presencia de sistemas antirrobo, alarmas, candados y cadenas. Ya os habéis acostumbrado a estos artilugios y a tener vuestra libertad vigilada de por vida. Habéis llegado a tal punto de domesticación que ya ni os importa que los nuevos scanners de los aeropuertos os muestren en ropa interior.

Todos, repito, TODOS, estáis fichados. Todos circuláis con un carnet en el que figura vuestra foto y domicilio… y no hace mucho, en vuestros carnets de identidad aun figuraban vuestras huellas dactilares. Ahora las tenéis archivadas en las comisarías de policía y en todos los ordenadores de la Red Policial.



¡¡ Que pena nos dais ¡¡ Al ver vuestras condiciones de vida los bonobos apreciamos aun más nuestra libertad en la fresca frondosidad de nuestros bosques.



Que la suerte os acompañe…