lunes, 31 de mayo de 2010

LA VIOLENCIA EN VUESTROS CUENTOS INFANTILES



Muchos de los cuentos infantiles clásicos con los que los pa­dres y abuelos entretienen a vuestras crías son ex­tra­ordi­naria­mente violentos.

El persona­je representado por la típica bruja que se come a los niños, se da en casi todos los rincones del mundo y en las más va­riadas narraciones infantiles. En otros casos, dicho per­sona­je siniestro es sustituido por ogros, monstruos o ma­dras­tras, todos ellos se representan en los grabados y pelí­culas con as­pecto diabólico.

Las investigaciones efectuadas sobre la in­fluencia de los prog­ra­mas infantiles de televisión en los niños revelan que, lo que más les aterroriza es descubrir que el padre o la madre, merece­dores de la máxima confianza, son en realidad los "malos" de la na­rración. Mi­en­tras los "buenos" y "malos" se encuentren separados, los niños pa­re­cen tolerar (hasta cierto punto) la violencia y muerte que, en principio, cree­ríamos preocu­pante para ellos. Pero el des­cubrir que el persona­je que pare­ce más digno de su confianza es en reali­dad el más malig­no, les lle­va a una sensación de inseguri­dad, que poco a poco se transforma en verda­dero terror.


Al lector le bastará repasar en su memoria los cuentos infan­tiles de su tierna infancia para descubrir cuantas veces se presenta esta situa­ción.


En “Piel de asno”, un rey enviuda y quiere casarse con su propia hija, la misma que huye horrorizada del palacio.

En “Blancanieves” la madrastra ordena a un cazador que mate a la muchacha. Más tarde la propia madrastra intenta matarla con una manzana envenenada.

En “Caperucita Roja”, es un lobo el que devora a una anciana y a su nieta, después de hacerse pasar por su abuelita.

En “Hansel y Gretel”, unos pequeños son abandonados en el bosque porque en casa no hay comida para todos. Después de perderse van a parar a casa de una bruja la cual encierra a Hansel en una jaula para cebarlo y luego comerselo, mientras Gretel tiene que hacer los trabajos más pesados y sólo tenía cáscaras de cangrejos para comer. Un buen día la bruja le hace preparar el horno para arrojarla dentro, cocinarla y comérsela. En un descuido la niña empuja a la bruja dentro del horno y cierra la puerta. Después de matarla le roban sus joyas y huyen.

A “Pulgarcito” se lo comió una vaca, la cual fue sacrificada al oírse los gritos que el pobre emitía desde su estómago. Dicho órgano fue lanzado a un estercolero con Pulgarcito dentro. El estómago fue devorado por un lobo que más tarde fue abierto en canal para sacarle al protagonista de su interior.

En “Barba azul” se describe el piso de una sala cubierto de sangre coagulada perteneciente a varias de sus esposas degolladas una tras otra después de ser atadas a las paredes del castillo

En “Grisalida”, un hombre somete a su mujer a todo tipo de suplicios morales -le quita a su hija- para poner a prueba su paciencia y sumisión.

En “Alí Baba” se habla de terribles descuartizamientos.

Y en la versión original de la “La Bella Durmiente”, el cuento no termina en boda, sino en la horrible muerte de la madre del príncipe, que cae a un cubil lleno de serpientes y sapos venenosos, muerte que, en realidad, estaba destinada a la esposa de su hijo. La lista de atrocidades en la inmensa mayoría de los cuentos dirigidos a vuestros hijos se hace interminable….

La mayoría de los juegos infantiles presentan un cierto conte­nido de agresividad.

El jugar a indios y "Cowboys" o a policías y la­dro­nes, permite identificarse con cualquiera de los dos ban­dos, de­fen­diendo sus ideales a ultranza.

Es frecuente ver como la agre­sivi­dad de los con­tendientes va creciendo hasta el punto de terminar el jue­go de manera violenta en medio de lloros y, algunas veces, in­clu­so con daño físico.

En estos juegos se persigue la superioridad fí­sica o psíquica sobre el contrario, ideal que más adelante, cuando el niño llegue a a­dul­to, in­tentará ver reali­zado en su contexto social.


No es mera co­inci­dencia el hecho de que tantos y tan­tos cuentos in­fantiles estén basa­dos en el argumento del muchacho (a me­nudo el más joven de una familia con pocos recursos) que emprende un viaje en bus­ca de for­tuna, ante las mofas de los amigos y fami­liares, que du­dan de su capa­cidad. Du­rante el viaje, le asedian di­versas a­ven­turas y pe­ligros, que irá resol­viendo con la ayuda de su inteligen­cia, de fuerzas sobrenaturales, o con la asisten­cia de los animales del bos­que. Quizás se vea obligado a matar una determinada cantidad de monstruos en el pro­ceso, para lue­go poder liberar a una bella dama (invariablemente pri­sio­nera de un ser perverso) que re­sul­tará ser una rica heredera, con la que nuestro héroe contraerá feliz matrimonio, poco tiempo después. En infinidad de cuentos, una y otra vez, se repite la misma historia con intercambio de protagonistas.


Los primates humanos, como hemos visto, domesticáis (vosotros utilizáis el eufemismo “educar”) a vuestras crías en medio de cuentos en los que prolifera el terror, la inseguridad y la violencia, y por si todo ello fuera poco, complementáis tal parafernalia con abundantes colecciones de dibujos animados en los que las agresiones entre protagonistas se suceden casi en cada secuencia.


Por mucho que os esforcéis os costará mucho encontrar alguna de estas películas en las que un acto violento tarde más de un minuto en aparecer. Haced la prueba... Ah ¡ ..y no os limitéis a visionar los dibujos de Walt Disney o Fred Quimby (Tom y Jerry)… estudiad también los: Pokémons, Digimon, Sailor Moon, Gokú, Dragon Ball Z, Ranma y Medio, Correcaminos, Piolín y Silvestre, Mazinger Z, He-Man, los Caballeros del Zodiaco, La Hormiga atómica, Supernenas, Lilo y Stitch, Shin Chan, Bugs Bunny, etc. etc.


Las acciones violentas se suceden en la pantalla bajo diferentes formas: Apuntar, encañonar, disparar (mediante poderes, cualquier arma, cualquier cosa), lanzar objetos, agredir con objetos (a alguien o a algo, atropellar, envenenar), agredir sin objetos (empujar, embestir, zancadillear, abofetear, …), inmovilizar, encerrar (en cualquier recinto o con cualquier cosa), agresiones sobre o contra objetos, o propiedades (robo, rotura de objetos, …), persecuciones, accidentes violentos (rocas que caen, caer por precipicio).

A todo ello se debe añadir el uso de lenguaje violento y fuertes exclamaciones: Insultos, palabras malsonantes, amenazas, intimidaciones (verbales o gestuales), gritos, llanto, peticiones de ayuda, etc.


Poco a poco vais alimentando las mentes de vuestras crías con las escenas de violencia y agresión plasmadas en la literatura infantil y en los dibujos animados. Estáis entrenando y preparando a vuestros cachorros para que en un futuro cercano se transformen en los agresivos y destructores primates humanos que ya sois vosotros. Y es que estáis completamente convencidos que sin esa agresividad, vuestros retoños no podrían sobrevivir en esta sociedad humana que les habéis fabricado con el paso del

tiempo y en la que, por desgracia les tocará vivir.




lunes, 24 de mayo de 2010

LA AGRESIVIDAD EN VUESTROS CONJUNTOS MUSICALES



La agresividad del primate humano, no solamente se mani­fiesta a tra­vés del deporte, sino que también lo hace por medio de otras ac­tividades lú­dicas, como por ejemplo, la música. Esta agresividad se plasma en el aspecto de los conjuntos musicales, en su nombre artís­tico, en los ges­tos efectuados durante la inter­pretación, y en la letra y mú­sica de sus can­ciones (especialmente en las de los grupos "heavies"). El lector no debe caer en el error de pensar que esas son “modas de nuevo cuño”, como pontifican muchos de vuestros mayores.

Si retrocedemos veinte años atrás y repasamos los nom­bres de al­gunos de los conjuntos musicales de 1990 tendremos la mejor prueba de lo que afirmamos: Defecation, Napalm Death, Overkill, R.I.P., Toxic shock, W.A.S.P., Wargasm, Testament, Venom, Virus, Macabre, Bomb Disneyland, Autopsy, Hellstar, Repulsion, Decadence Within, Dangerous Toys, Rage, Lunatics Without Skateboards, Hellbound, Forbidden, Vicious Rumours, Suicidal Tendencies, Nuclear Assault, Morbid Angels, Terroriger, Poison Idea, Toxic, Swedish Erotica, Dirty Blonde, Deadringer, Dirty Looks, Living Death, Faith or Fear, Death, Femme Fatale, Sepultura, Bad Brains, Idiots, Rage of Angels, Vampires, Pestilence, Crumbsuc­kers, Accuser, Bad English, S.A.D.O., Sodom, Sacrilege, Vengeance,...etc.. eran algunos ejemplos de lo que más arriba se afirma.

Los grupos españoles de la época de los años 90, no eran una excepción… véanse sino algunos de los conjuntos que más sonaban por aquel entonces: Ob­jetivo Bir­mania, Presuntos Implicados, Peor Im­posible, Dinamita pa los Po­llos, Los Rebeldes, 091, "Mardita Sea", Gatos Locos, Odio So­cial, Or­feón Brutal, Ataúd Vacan­te, Los Inhumanos, Las Flores del Mal, Os Re­sen­tidos, Tore­ros Muertos, Los Sucios, Los Angeles del In­fierno, La Mor­gue, Interterror, Código Neurótico, Décima Víctima, Rigor Mortis, Sepultura, Los Ilegales, Ejecutivos Agresivos, Frac­ción del Ejército Rojo, Barri­cada, Obús, Parabellum, V2Ber­lín, Barón Ro­jo, Los Dese­cha­bles, Fuego, Parálisis Permanen­te, Brasa, Chacal, Los Burros, Aspid, Siniestro To­tal, Peste a Ajo, Los D Mentes, Escorbuto Crónico, KaKa de Luxe, Golpes Bajos, Pabellón Psi­quiátrico, Claustro­fó­bia, Ase­sinos a Su­eldo,...etc.


Por supuesto otros conjuntos hacían incidencia directa sobre el sexo. Algunos grupos representativos de esa tendencia eran: La Polla Records, Semen up, Extremodu­ros, Más y los Tur­ba­do­res, Absorbentes Íntimos, El Acto, Teta Gallega, Los Mastur­bado­res Mon­gó­licos, etc. Otros, se inspiraban en el mundo de la dro­ga: Sobre­dosis, Trip, Alicia Química, Morfigrey, etc. ... Y qué decir de los títulos de algunas canciones!..: "La regla", "Me pica un hue­vo", "Todos los colgados mueren empal­mados", "Sexo chun­go", "Las te­tas de mi novia", "Matar hippies en las Cíes", "Aun­que esté en el fre­nopá­tico me tiraré por el ático", "Ayatollah, no me toques la pi­ro­la", ....etc.

En los EE.UU., las compañías discográficas que lo de­seen, pue­den colocar, des­de 1990, una etiqueta de aviso moral que sirva para ad­vertir a los consumidores sobre el contenido del disco que van a com­prar. La eti­queta ("Pa­rental Advisory Explicit Lyrics") pretende preve­nir al com­prador acerca del impacto de las cancio­nes con letras rela­cio­nadas directamente con la violencia, el sexo, el uso de drogas o el sui­ci­dio. La aparición de la etiqueta coin­cidió con el "boom" del "rap", cuyas letras hacen contínuas referencias a estos temas.

Aunque ahora se han puesto de moda los desafios entre raperos (las famosas "peleas de gallos") en las que los raperos se cruzan insultos y desprecios a modo de duelo oral, ya con anterioridad los cantantes de "rap-retro" de hace veinte años se destacaron por las letras de sus canciones en las que se des­preciaba a los emi­grantes, a las muje­res, a la policía y a la sociedad, y todo ello se ve refleja­do en sus can­ciones.


Otro tan­to cabe decir de los grupos de rock duro, los cua­les en algunos ca­sos incitaban al suicidio y al consumo de dro­gas.

Si el lector desea tener una idea precisa del tipo de len­guaje que uti­lizaban los gru­pos de "rap-retro", le recomiendo que es­cu­che el disco "As nasty as they want to be", del conjunto "The 2 Live Crew", el cual nos introduce a un verda­dero Ka­masutra del len­guaje mar­gi­nal.


A nivel local (y fuera del rap), baste con recordar las letras esca­to­lógi­cas de las can­ciones interpre­tadas por el cantante catalán Albert Pla, que le cata­pul­ta­ron al mundo de la fama.



Particularmente estoy en contra de cualquier tipo de censura a la libertad de expresión. El decir lo que se piensa es un ejercicio de libertad muy saludable… y además muy útil ya que sirve de filtro para sacaros de encima a los monos domésticos con los que no congeniáis. Los que después de conocer vuestra manera de pensar permanecen a vuestro lado, son los “colegas” que han superado el filtro de vuestra sinceridad.

Las canciones son una excelente manera de pregonar lo que se piensa. El mensaje llega más fácilmente cuando se acompaña de música y el estribillo sirve para recalcar la idea principal.


Siendo como sois los monos domésticos, no es de extrañar que vuestros cachorros nos muestren su agresividad no solamente a través del deporte sino también a través de la música.


Poco a poco os vamos conociendo cada vez más.