sábado, 31 de diciembre de 2011

EN EL PORTAL DE BELÉN...



Llevo un par de semanas que no doy crédito a mis ojos. Resulta que los monos domésticos humanos celebráis por estas fechas una de las historias que os contaron de pequeños, junto con las de Blancanieves, ratoncito Pérez, etc.
Me impresiona sobremanera el comprobar que no sólo los niños sino también los adultos se toman en serio la celebración de algo que nunca existió.


Los bonobos llevamos un mes alucinando con la parafernalia que vuestra fantasía ha montado alrededor de un pesebre supuestamente ubicado en Belén. Vuestro delirio llega al punto de “conocer” el lugar, el mes, el día y la hora de un parto ocurrido hace más de 2000 años ¡¡¡
Me contáis, eso sí, muy serios, que una hembra de vuestra especie llamada María, casada con un tal José, quedó preñada de una paloma ..que, en realidad, no era otra cosa que el Espíritu Santo disfrazado.

Me soltáis tal disparate… y os quedáis tan tranquilos. Como es natural, me tomo vuestra ocurrencia como una broma propia de estas fiestas, por cierto, bien regadas con alcohol subido de grados. Pero no, seguís serios y parece que os creéis lo que me acabáis de decir.
Todavía afectado por el impacto, cometo el error de intentar hacer reflexionar al pobre iluso.
Le puntualizo: “Teniendo en cuenta que vuestra especie tiene 46 cromosomas y la paloma tiene 80, es totalmente imposible que ambas especies se puedan cruzar. ¡¡Ni harto de vino puedes imaginarte que un hombre preñe a una paloma o que una paloma preñe a una mujer¡¡. Una hembra de vuestra especie sólo puede quedar fecundada con semen de un macho de la propia especie”.

Le ayudo a pensar, recordándole que por ley de genética el hijo tendrá características de ambos padres.
“Por lógica biológica (la más lógica de las lógicas) el niño resultante del cruce imposible, primate-ave, debería nacer con alas, plumas, escamas en sus patas, garras o/y pico… y con posible querencia por el grano como principal alimento… ¿No te parece?”.

“Viendo como eres y como razonas, me atrevo también a desvelarte otro secreto para evitar que sigas haciendo el ridículo.
Entre tú y yo, …te lo cuento porque ya eres mayor, o así me lo parece a tus 40 años… los ratones no colocan regalos bajo tu almohada cuando se te caen los dientes y, además, ningún ratón figura con el apellido Pérez en ningún directorio”

Presiento que mi revelación le ha dejado tocado y, por un momento, me siento culpable, quizá debiera haber esperado unos años más para ayudarle a tocar de pies en el suelo.
Para no liarle más prefiero no preguntarle sobre si considera adulterio que una mujer casada se líe con la paloma que la deja preñada a espaldas del marido.
Me dispongo a marchar pero no sin antes hacerle otra pregunta:
“Oye, para ti ¿Quién era el Espíritu Santo?”
Y sin pestañear, y de carrerilla, me suelta: “El Espíritu Santo es el Padre y es el Hijo. Son tres personas iguales y a la vez distintas. Es la Santísima Trinidad”.

El pobre no hace otra cosa que repetir lo que los brujos de la tribu le han enseñado y al igual que sus correligionarios, lo capta, lo memoriza, lo asume y lo suelta, sin pasarlo por el tamiz de la reflexión.

Es mi turno. Mirándole fijamente le pregunto: “Si para ti y para los seguidores de tu religión el Espíritu Santo es el Hijo… me estas diciendo que la Virgen quedó preñada del hijo que iba a parir nueve meses más tarde. ¿Te das cuenta del inmenso disparate que acabas de decir? ¿No te da vergüenza hablar sin pararte antes a reflexionar?
Tú serias capaz de creerte que hay vacas azules a topos rojos que vuelan… para ello sólo hace falta que lo veas escrito en un libro y que te lo cuente el brujo de turno”.
Le dejé con los ojos abiertos como ventanales…uno miraba hacia arriba y el otro hacia abajo.

Y Hablando del libro de los disparates…
Llego a mi casa, leo un poco del Catecismo de vuestra religión y allí veo que sigue el festival del disparate.
Agárrense ¡¡¡ Sobre el tema mencionado, se reafirman en lo manifestado por el feligrés interpelado. Pero el Catecismo va más allá, se supera con un nuevo hiperdisparate. Dice así:"La virgen fue virgen, antes, durante y después del parto" ¡¡

Un mamífero sólo puede ser virgen si no copula … Pero que lo sea durante la gestación y que siga siendo virgen después de parir … esto, no hay ser vivo que se lo pueda creer. A no ser, claro está, que su domesticación sea tan profunda que no de margen al cerebro para que pueda hacer bien su trabajo.

El disparate de la virginidad pone una vez más sobre la mesa la obsesión por el sexo que anida en las mentes de los brujos de la tribu.

Durante más de un mes he visto cantidad de belenes en pinturas, lugares públicos y privados.
El decorado es un establo. Los personajes son un équido, un bóvido y tres primates de la familia Hominidae. Por encima de ellos, y revoloteando fuera del portal, sobre la entrada, se exhibe un animal monstruoso que parece arrancado de la mitología más arcaica. Tiene forma humana pero …con alas. Es decir, es mitad mamífero, mitad ave.
¡¡ Cuidado ¡¡ esta figura validaría la hilarante teoría del cruce mujer-palomo…¡¡ hay que tener fantasía ¡¡
Los catalanes, sin embargo, rompen la monotonía de lo repetido. En sus belenes nunca falta la imagen de un pastor cangándose en mitad de la fiesta.


Como veis, volvemos al mundo del encefalograma plano.
Pero lo que pone los pelos de punta es una escena que se repite machaconamente en cada belén y en cada pesebre.
TODOS los protagonistas, José, María, pastores, reyes, etc. Se abrigan con variedad de túnicas y ropajes. TODOS, excepto uno, justamente el más débil, el más desvalido, el que necesita más protección.


El recién nacido se representa prácticamente desnudo ante la multitud de figurantes que no mueven un dedo para reparar la desidia de unos padres que pasan olímpicamente de los derechos del niño y que practican el mal trato del menor.
Ni a José, ni a María se les ocurre desprenderse de una de sus túnicas para arropar a su bebé.

He estudiado vuestras reacciones ante estas escenas y aún es hora de oír un comentario de indignación a favor del menor ante el trato de abandono al que le someten sus padres.
En todos los rincones del mundo donde vuestra religión se ha impuesto, casi siempre por la fuerza de la espada o de la tortura de la Inquisición, se representa cada año, por estas fechas esta escena vergonzosa ante vuestras caras … llenas de alegría pero vacías de piedad.
Y mientras tanto vuestra mente continúa en punto muerto.

Cuanto más os conocemos los bonobos… más felices somos de no ser como vosotros.

Felices fiestas del “Sol Invicto” a todos los ateos, antiteos y agnósticos… y a todo el resto de animales del planeta.